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Con un montaje atractivo y moderno y un discurso expositivo
didáctico, el museo recopila, a través de 23
dioramas ordenados de manera cronológica, más
de 3.200 piezas que representan a soldados del mundo, desde
el antiguo Egipto hasta los actuales ejércitos del
siglo XXI.
Su apertura supuso, según indican desde la Ciudadela, “un
antes y un después en la oferta cultural y de ocio
que el monumento pone a disposición de los ciudadanos
que visitan Jaca”. Así, además de las
visitas al museo, se han organizado diversas actividades
que han servido para incrementar la promoción del
museo y para acercar al público en general el no siempre
muy conocido mundo del miniaturismo.
Entre las actividades que han tenido lugar en el museo cabe
señalar exposiciones temporales de miniaturas, juegos
para los más pequeños, talleres de pintura
y confección de maquetas o el curso dedicado al miniaturismo
militar para adultos que en estos momentos se está desarrollando.
La idea de futuro del Museo y de la Ciudadela es continuar
potenciando los usos civiles de estas instalaciones, por
ello recuerdan que su vocación no es otra que la de, “abrir
las puertas a los ciudadanos a un especio único de
ocio y cultura en el que los soldados de plomo son el principal
atractivo para conocer la historia de la Guerra y el camino
de la Paz”.
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