Los sondeos realizados en la Casa Irigoyen forman parte
de los pasos necesarios para transformar el inmueble en un
museo donde poder mostrar una parte de la historia de Jaca
y son un paso previo a la redacción del proyecto de
rehabilitación definitivo. Su ubicación, en
plena calle Mayor (número 48), en una zona donde se
ubicaba el núcleo originario de la ciudad ibero romana,
ya presagiaba la posibilidad de encontrar estratos arqueológicos.
En total se ha efectuado 9 sondeos, 7 en las bodegas y 2
en el patio, bajo la dirección de la arqueóloga
Julia Justes, obteniendo resultados distintos en ambas áreas.
En las bodegas, a pesar de encontrar parte de un pavimento
de época romana, según fuentes municipales,
resulta difícil que se hayan conservado niveles arqueológicos.
Sin embargo, en el patio sí que se han conservado
estratos, de distinta cronología y riqueza.
Todos los hallazgos han sido inventariados y depositados
para su estudio y catalogación en el Museo de Huesca.
Entre los materiales localizados cabe destacar, los restos
de muebles y los materiales romanos, como platos y una escudilla
de reflejo metálico de Muel, así como otros
productos de la localidad Zaragoza y de talleres locales.
Todos pertenecen al siglo XVI y hacen pensar en que el área
que ocupa la Casa Irigoyen estuvo en esa época ocupada
por viviendas, bodegas y pozos negros. |